Cómo conseguir que tu plantilla logre más y mejores resultados
A
menudo, los trabajadores no tienen un mensaje claro sobre el trabajo que deben llevar a cabo. Sus responsables están presionados por alcanzar objetivos, aplican a sus equipos el sentido de urgencia, pero no les informan sobre la dirección correcta que deben tomar. Puede, incluso, que ni siquiera les comuniquen que los objetivos han cambiado y porqué.
Esta situación provoca que los trabajadores se sientan estresados, les resulte difícil centrarse y acaben quemándose. Y todo porque no entienden qué es lo que les están pidiendo sus superiores. Mientras tanto, por el otro lado, muchos responsables en las empresas sienten que están ante una falta de compromiso por parte de su equipo.
Diferentes percepciones de un mismo escenario: plantillas que no saben priorizar qué tareas aportan más valor a la empresa, mala organización, falta de iniciativa, dificultad para delegar. En definitiva: pérdida de oportunidades de negocio.
De las excusas a los resultados
Como hemos visto, esta problemática va mucho más allá de una falta de motivación por parte del personal. Estamos hablando de mala gestión.
El entorno VUCA es volátil, incierto, complejo y ambiguo. Es muy fácil descentrarse. Trabajamos en equipo y debemos entender lo que requieren los equipos.
Si queremos mejorar los resultados, debemos observar y estar atentos a qué actividades son las que se les dan mejor a los miembros de los equipos, porque ahí podrán brillar, hacer su mejor aportación y sentirán que están generando valor. Quizá esto parezca que queda reservado sólo para algunos tipos de trabajo, sin embargo, comprender que lo que yo hago suma a algo más grande y es importante y hasta imprescindible para que ocurra, puede resultar relevante para el compromiso e involucración en los resultados de la compañía. Y eso está relacionado con el empoderamiento y el sentido de propósito, dos conceptos que sólo apuntamos en este artículo y que darían para mucho más.
Conectar con lo que realmente mueve a las personas
Para transitar desde las excusas, las tareas pendientes, las quejas, las tensiones… a los hechos, las tareas realizadas, la guía, las propuestas, el compartir y el construir negocio es importante que los directivos aprendan a fijar objetivos para otros, a revisarlos, a dar feedback, a gestionar el equipo, a tocar aquellos botones y palancas que impulsan el cambio y a hacerlo en el orden adecuado.
También es necesario tener claro que alcanzar el éxito pasa por conectar a las personas con sus motivaciones más profundas, ya que desde lo que nos mueve a cada uno, podemos multiplicar los resultados conjuntos. Además, debemos transformar las inquietudes en resultados útiles para la empresa y los participantes, conectando sus motivaciones y propósitos profundos a la tarea.
Para lograrlo, primero debe realizarse una reflexión de las competencias esenciales necesarias para los objetivos de la organización y una valoración en ese sentido de las que tienen desarrolladas las personas, alineadas a las ventajas competitivas que ofrece la organización. Esto implicará trabajar en empoderar a las personas desde el desarrollo individual también en la mejora y consolidación de nuevos hábitos eficientes: planificación y gestión del tiempo, trabajo en equipo, comunicación, negociación. Todo ello en un marco totalmente diferente de la formación tradicional que acaba con la impartición de técnicas porque la incorporación de los cambios a este nivel requiere de un acompañamiento individual enfocado a las necesidades concretas de cada colaborador.
Este proceso debe estar basado en la vinculación de responsabilidad y habilidad, ya que entrenamos la habilidad de respuesta a las situaciones del día a día a través de las competencias esenciales que generan resultados; transformación y acción, solo la acción enfocada transforma la realidad, y consciencia y empoderamiento, únicamente un proceso desde dentro puede generar resultados sostenibles en la gestión.
Este enfoque está presente en nuestro Programa CORE by CEINSA, dirigido a colaboradores sin equipo que necesitan foco y acción, responsables de equipo o colectivos específicos dentro de una organización.
Para las empresas, este proceso de “conectar” sus directivos y empleados con lo que realmente importa, les puede reportar resultados realmente importantes: les permite contar con una plantilla formada por personas alineadas entre ellas y con los objetivos del equipo y de la empresa; personas que podrían, ahora, asumir más responsabilidades; y contar con una mejor planificación a corto, medio y largo plazo y la posibilidad de ligarlo a incentivos y de desarrollo posterior.