Salud y bienestar laboral: así se perciben las empresas españolas

La pandemia por la COVID-19 ha tenido un fuerte impacto en las prioridades de los trabajadores y, consecuentemente, en las demandas que estos hacen a sus empleadores. La salud y el bienestar han pasado a ocupar una posición central y las cifras confirman la necesidad de que las empresas prioricen ambos extremos.

En 2030 según la OMS, los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo. 1 de cada 4 personas sufrirá un trastorno mental a lo largo de su vida.  

En este sentido, en septiembre, tanto la OMS como OIT pidieron a las compañías que adoptaran nuevas medidas para ocuparse de la salud mental en el trabajo. Ambas organizaciones estiman que la depresión y la ansiedad provocan pérdidas de 12.000 millones de días de trabajo cada año, lo que supone casi un billón de dólares para la economía mundial. Y, si nos centramos en España, las bajas psicológicas representan unos costes en España de unos 3.000 Millones €/año. En Cataluña, el número de muertes causadas por el estrés, la depresión o la fatiga en centros de trabajo ha crecido un 62,5% en el último año (CCOO).

Joan Piñol, director general de la Fundación Salud y Persona, entidad que presta servicios de atención psicológica en empresas a más de 4.500.000 personas, destaca que: “A causa de la pandemia la salud mental de la población se ha deteriorado. El 30% de las bajas son por estrés y han aumentado los suicidios en la población, el 40% de los estudiantes universitarios tienen síntomas de depresión y 2/3 de ellos ansiedad. Esa realidad es, a mi juicio, extrapolable a gran parte de la población”.

Para conocer cómo son percibidos los beneficios relacionados con la salud y el bienestar en las empresas de nuestro país, Savia ha elaborado el informe ‘Radiografía de la Salud en la Empresa’. A continuación, recogemos sus principales conclusiones. 

Más de la mitad de los trabajadores de 35 a 54 reciben servicios de salud

Para empezar, veamos qué penetración tienen este tipo de beneficios en el tejido empresarial español. Según Savia, el 61% de los empleados que han participado en su encuesta, reconocen recibir algún tipo de servicio de salud por parte de su empleador. Especialmente, aquellos que trabajan en el sector otros servicios privados (19,6%), tecnológico (11,6%) o de los servicios públicos (8,5%). En el otro extremo, tales beneficios apenas tienen presencia en la restauración y la hostelería (2,9%), el sector legal y jurídico (1,8%) o el del deporte y ocio (1,5%).

Si hablamos de perfiles de empleado, el 52% de las personas que se benefician de algún tipo de servicio de salud tienen entre 35 y 45 años. Además, los hombres van por delante de las mujeres, con un 56% y un 44%, respectivamente. 

Existe una brecha entre los beneficios demandados y los recibidos

El informe de Savia identifica una brecha importante entre las preferencias de los empleados y lo que su empleador les proporciona. Así, a pesar de que solo el 13% de los encuestados eligen el reconocimiento médico periódico como primera opción, este es el servicio de salud más ofrecido por las empresas españolas (43,4%). En esta misma línea, mientras que los empleados prefieren el seguro médico financiado como primera opción (29%) y la fisioterapia como segunda (22%), son menos las compañías que los brindan (13,1% y 6,2%, respectivamente). 

En lo que se refiere a preferencias, el informe también detecta ciertas tendencias en función del perfil. De esta manera, mientras que las mujeres prefieren los talleres de salud y bienestar (56%), la asistencia psicológica (55%) y el bienestar emocional (50%), los hombres priorizan las vídeo consultas o el chat médico (60%), la nutrición (55%) y el seguro médico financiado (54%). Por su parte, los trabajadores jóvenes se decantan por la asistencia psicológica (34%), la formación y los talleres de salud y bienestar (28%) y los servicios de nutrición (27%). 

También existen diferencias por sector: los empleados de la sanidad priorizan la atención psicológica (10%); los de la educación, el reconocimiento médico periódico (16%); los servicios públicos, las video consultas médicas; la logística, los talleres (9%), y la tecnología, la nutrición (16%).

Una palanca para la atracción y retención de talento

Podríamos quedarnos en utilizar estos servicios de salud y bienestar como una ayuda a las empresas para mantener comprometidos a sus empleados actuales y para atraer nuevos talentos, sin embargo, desde nuestra perspectiva hay que ir más allá. Se trata de que el cuidado por las personas, realmente esté en el ADN de las empresas y como consecuencia, la propuesta de valor que ofrecen contemple como elemento esencial, la salud y el bienestar de las empresas. ¿Verdad que a estas alturas a ninguna empresa, al menos en esta parte del planeta, se le ocurriría que sus colaboradores trabajaran sin los EPIs? Pues en este tema es lo mismo.  Claramente, las personas lo demandan. Lo demuestra el hecho de que el 66% de los encuestados por Savia respondan que para ellos es importante que su empleador se los ofrezca o que el 55% reconozcan tenerlo en cuenta a la hora de cambiar de puesto de trabajo.

Asimismo, el informe indica que son los trabajadores que ya los reciben quienes más valoran estos beneficios – el 73% de los encuestados que dicen beneficiarse de ellos lo consideran importante o muy importante y el 63% de los que ya los disfrutan lo consideran a la hora de valorar otras ofertas.

Si tuviéramos que dibujar el perfil del empleado que más los valora este sería un hombre (52%), de entre 34 y 54 años (51%), que trabaja en otros servicios privados (19%), tecnología (12%) o educación (10%). Lo mismo sucede en el caso de los trabajadores para los que este factor es crítico a la hora de decantarse por una posible oferta de trabajo. 

Algunos casos de éxito

Aunque, a nivel empresarial, todavía queda mucho camino por recorrer en lo que se refiere al cuidado de la salud y el bienestar de los equipos, lo cierto es que existen numerosos casos de éxito que pueden servir como inspiración. Uno de ellos es el de Capgemini Engineering. Parte del Grupo Capgemini, esta firma facilita que cada uno de sus empleados pueda encontrar el servicio que más se ajuste a su situación personal incluyendo una gran variedad dentro de su plan de compensación y beneficios. Por nombrar alguno, el acceso a gimnasios cerca de la oficina o el domicilio gracias a una colaboración con Gympass. 

Por otro lado, cabe mencionar a Merkle España, la primera empresa del país que incorpora en su organización la figura del referente de bienestar. Este perfil, que tiene como misión cuidar la salud mental de los empleados, recibe una formación especializada para saber cómo atender a los colaboradores que están pasando por alguna situación compleja a nivel mental, emocional o físico. Actualmente, la empresa matriz de Merkle España, Dentsu, ya cuenta con cinco personas que llevan a cabo esta tarea y está formando a diez más. 

Un tercer caso de éxito sería el de Mapfre, que cuenta con un departamento de salud y bienestar y un área de apoyo psicológico. Esta última incluye el gimnasio emocional, un taller práctico que trabaja la resiliencia y la gestión de los sentimientos de los trabajadores mediante terapia de grupo. La compañía también proporciona apoyo psicológico a sus empleados y les da acceso a distintos contenidos a través del aula virtual.

Un equipo más motivado, implicado y proactivo:

  • Incrementa la productividad y aumenta la participación, el compromiso y la innovación

Un clima laboral saludable:

  • Favorece el trabajo en equipo y la comunicación y Disminuye la conflictividad laboral
  • Reduce los niveles de absentismo laboral y de rotación de personal.

Podemos invertir en salud y bienestar, y apoyarnos en ello como parte de un propósito de la compañía, de un estilo que haga que las personas se sientan realmente atendidas y que les recuerde por qué siguen dando lo mejor de ellos a su empresa; o bien podemos esperar a que sea obligatorio, a que haya una legislación que lo convierta en un coste más. La decisión, como siempre, tiene consecuencias.

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