Primeras previsiones sobre el impacto post COVID-19 en el mundo laboral
El 92,5% de los responsables de RRHH encuestados, considera que la pandemia cambiará el clima laboral y que, de hecho, debido a la implantación radical del teletrabajo que hemos vivido, esto ya está sucediendo. Ésta ha sido una de las conclusiones de un informe elaborado por el portal RRHHDigital, a partir de una encuesta a más de 400 profesionales de los recursos humanos, con el objetivo de descubrir cómo ha afrontado el sector la crisis del COVID-19.
Entre sus principales conclusiones destaca que un tercio de los encuestados afirma haber mantenido su plantilla y no haber realizado ninguna acción, es decir, ERTE, reducción de jornada, etc. Además, la medida de ajuste más utilizada por las empresas ha sido, con un 38%, la flexibilización de la jornada.
Por lo que respecta al escenario postcrisis, el informe confirma la consolidación del teletrabajo, ya que un 63% de los encuestados afirma que tratarán de implantar, en la medida de lo posible, un sistema de teletrabajo más flexible y adaptable a las necesidades de los empleados.
Asimismo, casi el 50% de los participantes cree que mantendrá el mismo número de empleados que antes de la crisis y más del 70% piensa mantener los beneficios sociales.
Los salarios tras la pandemia
¿Y qué pasará con los salarios? Para profundizar en este aspecto, desde CEINSA acabamos de elaborar el informe “Previsiones Salariales Post COVID-19”, en el que hacemos una estimación sobre cómo afectará la crisis a las retribuciones, tanto a corto como a medio-largo plazo. Basándonos en variables como el PIB y la Tasa de Paro, hemos dibujado tres escenarios posibles: uno pesimista, otro optimista y uno intermedio.
El escenario pesimista augura una realidad marcada por los ajustes. En este sentido, a corto plazo, se realizarían importantes reducciones salariales (10-15%) en puestos poco cualificados y, debido al descenso de los resultados, las retribuciones variables sufrirían importantes caídas, que se traducirían en una bajada de la retribución total. Además, no se revisarían los modelos de incentivos, con la pérdida de poder adquisitivo que esto implica para algunas posiciones, y los salarios generales se ajustarían un 8-13% para los puestos directivos y un 2-4% para los no directivos. Por lo que respecta al medio-largo plazo, en dicho escenario los salarios totales no empezarían a estabilizarse hasta el tercer trimestre de 2021 y no podríamos empezar a hablar de cierta recuperación salarial hasta 2022. El equilibrio llegaría en 2023.
El escenario intermedio, por su parte, prevé ajustes en determinadas posiciones del sector servicios, uno de los más afectados por la crisis. Aunque dichos ajustes se realizarían más por despidos que por reducciones salariales. Además, la caída de los incentivos en las posiciones directivas y comerciales repercutirían en un importante descenso de la retribución total y, ya durante el tercer trimestre del año, los salarios totales se ajustarían un 2-5% para los directivos y un 0-1% para los no directivos. En cuanto al medio-largo plazo, este escenario habla de una estabilización de los salarios durante el primer trimestre de 2021 y de una leve recuperación durante el segundo. Así, los puestos no directivos no alcanzarían los valores previos a la crisis, mientras que los directivos se quedarían un poco por debajo (2-3%). Ya en 2022, el PIB prácticamente se habría recuperado, y en 2023 se alcanzaría la cifra que tendríamos de no haberse producido la pandemia.
Finalmente, el escenario optimista apunta hacia una recuperación mucho más rápida. A corto plazo se mantendrían los salarios para retener el talento, excepto en puestos poco cualificados del sector turístico, que podrían sufrir ajustes del 3-5%. Por otro lado, los ajustes en las retribuciones variables provocarían caídas del 6-9% en puestos directivos y del 2-3% en puestos no directivos y una minoría de empresas adaptarían su modelo de incentivos a las circunstancias. Además, a final de este año habría incrementos en determinadas posiciones y para personas con un desempeño excelente. En el medio-largo plazo, la rápida recuperación y la previsión de crecimiento harían que durante el primer semestre de 2021 se viera ya una leve recuperación salarial, los puestos no directivos alcanzarían los valores de inicios de 2020 y los directivos se quedarían ligeramente por debajo (2-3%). Ya en 2020, el PIB habría alcanzado la cifra precrisis y durante el año llegaríamos a la que tendríamos si no se hubiera producido la crisis.
Ante una situación tan inesperada como la actual, es complicado hacer previsiones, pero escenarios como los dibujados en estos informes nos ayudan a arrojar un poco de luz, para empezar a planificar, a priorizar y a prepararnos para el futuro sin quedarnos atrás.
Cuál de estos escenarios será el que finalmente ocurra, no será único porque habrá diferente recuperación empresarial en función de diversas variables, entre ellas el sector de actividad, la diferenciación o propuesta de valor única de cada compañía, su estructura interna, etc. Por tanto, la concreción y la aplicación práctica de las políticas de recursos humanos adecuadas, deberá ser objeto de una reflexión particular.