¿Cuál es el futuro de los beneficios?
La capacidad de retención, el bienestar y la experiencia del empleado, y por ende los beneficios, se han convertido en una auténtica estrategia corporativa y en una prioridad para los departamentos de RRHH. Según el analista Josh Bersin, entre 2000 y 2019, en EE. UU. el porcentaje del salario invertido en los beneficios ha crecido un 21%, sobre todo en los relacionados con la jubilación (+181%) y el bienestar (+43%). Este último sector, en concreto, está valorado en 48 mil millones de dólares y crece un 4,8% al año. ¿A qué se debe este auge?
Un estudio del Global Wellness Institute muestra que ahora mismo, en el Reino Unido, el 67% de las personas se sienten más estresadas que hace 5 años y que, en EE.UU., la depresión ha aumentado un 33% desde 2013. Además, las plantillas, a nivel global, están envejeciendo. El segmento de trabajadores de 55 años es el que más ha crecido en las últimas dos décadas y todo indica que esta tendencia se mantendrá, lo que tiene una implicación a nivel de empresa, que debe ser capaz de responder a las necesidades concretas de esta población. A todo ellos se suma que se ha demostrado que la productividad está directamente relacionada con el compromiso y con el bienestar de los empleados, con lo que fomentarlo es interés directo para las empresas.
Los beneficios en auge
Por todo ello, los beneficios corporativos están creciendo. Estamos hablando de una gran variedad de servicios, productos y plataformas que cubren una amplia gama de necesidades de las personas, como pueden ser los hábitos saludables (ejercicio físico, alimentación, sueño), las enfermedades crónicas, las adicciones, la salud mental, la salud financiera, etc.
Los beneficios de las empresas de invertir en el bienestar de sus empleados son obvios. Según un estudio reciente de Josh Bersin, una de las mejores prácticas implementadas en respuesta a la pandemia ha sido poner el foco en la salud y la seguridad de los empleados, escucharlos de forma activa a la hora de definir los planes de retorno al trabajo y darles soporte de forma holística, incluyendo la esfera personal y familiar.
Los planes de beneficios del futuro
Visto lo visto, resulta obvio que, en el futuro, los planes de beneficios deben seguir esforzándose en satisfacer las necesidades de los empleados relacionadas con su seguridad, su salud – física, mental y financiera – y su bienestar. Pero la idea no debería ser solo proporcionarles estos beneficios, sino también ofrecerles una buena experiencia.
La gestión de los beneficios, a menudo, ha estado lastrada por ciertas ineficiencias – procesos manuales, datos redundantes, sistemas que no se comunican, etc. – que afectaban al trabajo diario de los profesionales de los RRHH. Al mismo tiempo, daba como resultado una experiencia que no estaba a la altura de las expectativas de los empleados – formularios en papel repetitivos, interfaces toscas, preguntas sin responder, etc. – y estos se sentían frustrados. Las últimas tecnologías ayudan a resolver todos estos problemas.
El capítulo de la comunicación interna resulta clave para que los empleados conozcan la disponibilidad de beneficios sociales de su empresa y puedan valorarlos. Según el estudio de Mercer, realizado en enero de este año, más del 85% recibe información, pero sólo un 50% cree que se hace de forma efectiva. En torno a un 60% de los encuestados valora positivamente la facilidad de acceso que la empresa les ofrece. Sin embargo, este porcentaje disminuye de forma sensible cuando se valora la claridad de la información o la efectividad en el soporte en el que se les informa.
Para favorecer que los empleados valoren la inversión en beneficios que la empresa realiza en ellos, es necesario que sean conscientes del valor económico que representa.Sin embargo, el mismo estudio de Mercer nos indica que, más de la mitad de los empleados (54%) dice no conocer esos costes, porcentaje que aumenta en 10 puntos en la categoría de Millenials.
En cuanto a lo que desearían que sus empresas les ofreciesen en un futuro, el análisis muestra que todas las generaciones demandan mayores beneficios en materia de salud y bienestar, conciliación, flexibilidad y movilidad y transporte. Cabe destacar también la importancia de tener posibilidades de desarrollo de carrera dentro de la empresa. Un 26% de los Millenials y un 21% de la Generación X expresan que les gustaría que se mejorase este punto en su empresa.
Hasta no hace mucho, los beneficios corporativos eran vistos como una ventaja añadida a la que, en la práctica, no se le prestaba demasiada atención. Tampoco por parte de los trabajadores. Sin embargo, actualmente, se han convertido en una herramienta de productividad, además de favorecer la atracción y retención del talento así como un mayor nivel de compromiso por parte de sus empleados. Todo eso, ha hecho de los beneficios una parte relevante en la estrategia corporativa.
En este escenario, los departamentos de RRHH, como gestores de estos beneficios, jugarán un papel esencial.