Hacia la integración de los ESG en las políticas de retribución
En los últimos tiempos, cada vez se habla más de los criterios ESG o ASG, según dónde se mire. ¿A qué corresponden estas siglas? Al concepto “Environmental, Social and corporate Governance”, es decir, a aquellas estrategias y prácticas que permiten incorporar criterios ambientales, sociales y de gobernanza en las empresas. Su progreso ha sido meteórico y, en la actualidad, es fundamental cumplir con una serie de parámetros sostenibles a la hora de invertir. Tanto es así que se ha demostrado que ignorar los ESG impacta negativamente en el rendimiento de las empresas, así como en sus clientes e inversores.
Según la empresa de gestión de activos Schroders, el porcentaje de inversores en productos sostenibles pasó del 42% al 47% entre 2018 y 2020 y, en España, del 38% al 45%. En EE. UU., durante el primer trimestre de 2020, la cifra de inversiones en fondos de inversión sostenibles se dobló con respecto al año anterior. Además, los inversores planean duplicar sus inversiones en los productos sostenibles en los próximos cinco años, y la pandemia no ha hecho más que acelerar esta tendencia.
No se trata solo de contribuir a una sociedad más sostenible sino también de mayor rentabilidad: múltiples estudios han demostrado durante la pandemia que esa sostenibilidad es rentable, ya que las empresas con más criterios ESG han resistido mejor. El índice MSCI Europe ESG ha superado al MSCI Europe en rentabilidad en casi un 4%. Durante el primer trimestre de 2020, los fondos de inversión más sostenibles fueron más rentables que el 70% de sus pares.
No es de extrañar, pues, que sean cada vez más los inversores interesados en empresas sostenibles. Reflejo de ello, también se integran cada vez más métricas ESG en los sistemas retributivos, especialmente entre puestos de altos mandos, tal como analizaremos a continuación.
Rentabilidad y atractivo aceleran la adopción de criterios ESG
Por poner solo algunos ejemplos de empresas, el fabricante de hilos industriales Coats ha desarrollado un índice personalizado adicional que ofrece información ESG a sus inversores. Por su parte, Ferrovial y Bankia están presente en índices de sostenibilidad tan reconocidos internacionalmente como el Dow Jones Sustainability Index, el primer índice global que introdujo criterios de sostenibilidad, o el Carbon Disclosure Project.
Colocar los criterios ESG en el centro de sus estrategias impacta positivamente en sus resultados. Además, priorizar los aspectos ESG hace que las empresas sean más atractivas para sus empleados. En 2016, un estudio reveló que el 93% de los trabajadores prefiere una compañía que se preocupe por ellos a nivel individual y el 75%, que su trabajo es más gratificante cuanto mayor sean las posibilidades de generar un impacto positivo. También para sus clientes: el 92% de los consumidores confían más en las compañías que apoyan cuestiones sociales y medioambientales. Y, por supuesto, para sus inversores. Según el ‘Institutional Investor Survey’ de 2019, el 89% de los inversores considera importante la inclusión de métricas de sostenibilidad tanto en los planes de incentivos a corto plazo como a largo plazo.
Incluir métricas en los planes de retribución genera valor
Retomando el último punto, en los últimos años, la inclusión de objetivos ESG en los sistemas de retribución de las organizaciones está ganando mucho terreno. Un ejemplo podría ser la propia Coats, que dentro del factor Gobierno Corporativo de su índice incluye un apartado dedicado a las compensaciones de su junta directiva y de sus directores no ejecutivos.
Los datos son reveladores. Un informe del Observatorio de Inversión Socialmente Responsable señala que incluir estos criterios en las políticas retributivas asegura una gestión sostenible y genera valor y rentabilidad a largo plazo, para accionistas y para inversores. Sabedoras de ello, cada vez son más las compañías que, como parte del sistema de evaluación del rendimiento de sus empleados, incorporan métricas ESG en sus planes de incentivos a corto y largo plazo.
En la misma línea, Forética y el Clúster de Transparencia, Buen Gobierno e Integridad afirman en un informe que el hecho de incluir objetivos de sostenibilidad en el sistema de remuneración de los consejos, así como en las pautas de control, favorece rendimiento extrafinanciero de la empresa.
Casi un tercio de los directivos planea incrementar el protagonismo de las métricas ESG en sus planes de incentivos
Esta es una de las conclusiones que la firma Willis Towers Watson extrae de su encuesta a miembros de consejos ejecutivos y no ejecutivos de organizaciones de todo el mundo ‘2020 Board of Directors Survey: Alignment of ESG with Executive Incentives and Human Capital Governance’: cerca de un tercio planea incrementar el protagonismo de las medidas ambientales y sociales en sus planes de incentivos.
Siguiendo con las conclusiones, el 78% de los encuestados planea cambiar la manera en la que utiliza los criterios ESG en sus planes de incentivos para ejecutivos en los próximos 3 años y más de la mitad tiene pensado introducir métricas ESG en sus planes de incentivos a largo plazo también en los próximos 3 años. En la misma línea, el 37% planea introducirlas en sus planes de incentivos anuales.
Además, se espera que 1 de cada 5 encuestados añada la supervisión de aspectos como el bienestar y la paga justa por parte de la junta y/o el comité de compensación en los siguientes 3 años.
En definitiva, la encuesta de Willis Towers Watson muestra que aspectos relacionados con el capital humano de las organizaciones como el bienestar, la remuneración justa de los empleados o las brechas salariales de género es más probable que ocupen y preocupen a las juntas empresariales.
Muchas organizaciones están acelerando su transformación ESG. Tal como ellas mismas manifiestan, porque e lo correcto y porque resulta un factor clave para su rendimiento financiero. Efecto de esta tendencia y de la necesidad de extender los objetivos de sostenibilidad a todos los aspectos del negocio, es la creciente incorporación de métricas ambientales, sociales y de gobierno corporativo en los sistemas de retribución de las compañías y, más en concreto, en los planes de compensación a corto y a largo plazo para ejecutivos.
Reflexionar cuanto antes en los criterios ESG puede ser no solo una práctica para atraer y retener talento, sino una estrategia saludable para impulsar la rentabilidad y la sostenibilidad de las compañías y por supuesto, para aportar equilibrio y evitar comprometer las necesidades de las futuras generaciones.