El trabajo flexible ha venido para quedarse

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uestras expectativas sobre el trabajo han cambiado mucho en las últimas décadas. Según un informe de IWG, más del 80% de los trabajadores se decantarían antes por una empresa que ofreciera un horario flexible que por otra que no lo hiciera. Datos como este demuestran que, hoy en día, las políticas de trabajo flexible son un factor clave para ganar la guerra del talento. Y sus beneficios no acaban aquí. El mismo informe muestra que más del 80% de las empresas que han adoptado este tipo de políticas aseguran que su productividad ha aumentado y cerca del 70%, que les ha ayudado a recortar gastos, administrar el riesgo y consolidar sus carteras.

Por todo ello, los modelos de trabajo flexible están en auge, una tendencia que se repite en todo el mundo, aunque en distinto grado.

¿Teletrabajo o Trabajo Flexible?

Según la 2ª edición del Libro Blanco del Teletrabajo, “Más allá del teletrabajo: una nueva forma flexible de trabajo”, esta modalidad laboral se da cuando la prestación de la actividad se realiza, de forma alternada, en el domicilio del trabajador o en un lugar elegido por él y en el centro de trabajo de la empresa.

Se trata de un concepto muy restrictivo que, además, tenía un enfoque muy absoluto, ya que el empleado solía pasar más del 80% de su semana laboral fuera de la oficina, lo que perjudicaba la capacidad de innovación del equipo y la transferencia de información.

Por eso, hoy en día, es más adecuado hablar de Trabajo Flexible o en Remoto. Modelos propios de culturas organizacionales más maduras que priorizan la confianza y la autogestión, por encima de la presencialidad. Así, estos conceptos amplían la definición tradicional de Teletrabajo añadiendo la posibilidad de que el profesional trabaje desde donde y cuando considere más adecuado e iniciativas como las ventanas de coincidencia, la movilidad, los horarios flexibles, etc.

Impulsando la productividad, el compromiso y la capacidad de atracción de talento

Las políticas de Trabajo Flexible tienen grandes beneficios tanto para los empleados como para los empleadores. Destacan el incremento de la productividad y del compromiso de los empleados. Según un estudio elaborado para la elaboración del Libro Blanco del Teletrabajo, un 35% de las compañías encuestadas afirmó que su productividad había mejorado y, en el caso del compromiso de los empleados, este dato se elevó hasta el 56%.

La capacidad de las empresas de atraer talento es otro de los aspectos que mejoran con la aplicación de estas políticas. Así, uno de los elementos más valorados por los candidatos a la hora de elegir una empresa es la flexibilidad, con un 43%. Un dato que no ha dejado de subir desde 2017 (40%).

Además, el Trabajo Flexible reduce los costes fijos, el absentismo y la rotación, mejora la calidad de vida de los trabajadores, fomenta el trabajo en equipo y la inclusión, mejora la movilidad en las ciudades, ayuda a reducir la contaminación e impulsa el uso de nuevas tecnologías.

En España el Trabajo Flexible crece, pero de forma pausada

Como decíamos al inicio, si bien las políticas de Trabajo Flexible están en auge en todo el mundo, su nivel de implantación depende de cada país. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Eurofund, España continúa muy por debajo de la Unión Europea y de otros países de la OCDE. Así, solo el 13% de las empresas españolas ofrece esta posibilidad, lo que alcanza a un 6,7% de los trabajadores, cifra muy inferior a la media de la UE (17%).

En la misma línea, el informe “Trabajar a toda hora, en cualquier lugar: Efectos sobre el mundo del trabajo” señala que España se encuentra en una “situación intermedia/baja” si se compara con el resto de los países de la UE.

En este sentido, existe una gran brecha entre lo que ofrecen las empresas y la opinión que de estos modelos tiene la sociedad española. El 95% de los encuestados cree que trabajar fuera de la oficina aporta valor a los profesionales y el 69% de los empleados de nuestro país querría trabajar desde su casa, pero no puede porque su empresa no se lo permite.

Volviendo al nivel de implantación de las políticas de trabajo flexible en las compañías españolas, la situación en las empresas certificadas efr – un modelo de gestión de RRHH enfocado a la conciliación de la vida laboral, personal y familiar – es muy distinta, ya que el 53% de ellas ofrece este tipo de iniciativas.

Por grupos de edad, los empleados que tienen entre 25 y 45 años son los que más solicitan estas modalidades (78%), seguidos de los menores de 25 (64%) y los mayores de 45 (58%).

Finalmente, por Comunidades Autónomas, un informe señala que, aunque en todas existe un incremento progresivo del Teletrabajo, es en Madrid (9,7%), Andalucía (8,4%) y la Comunidad Valenciana (8,1%) donde tiene mayor penetración. Por el contrario, las Comunidades con menor implantación son Baleares (5,1%), Cataluña (5,3%) y Navarra (5,8%).

La importancia de la cultura organizacional

Para que un modelo de Trabajo Flexible funcione necesita de una cultura organizacional que lo respalde y facilite su implantación y consolidación. Culturas demasiado jerarquizadas pueden suponer todo un freno para el éxito de estas iniciativas.

Así, el 59% de los participantes en el estudio elaborado para el Libro Blanco afirmó que la principal resistencia por parte de la dirección a la hora de implantar uno de estos modelos era la pérdida de control, elemento muy ligado a liderazgos tradicionales. Además, aquellas empresas que han implantado políticas de Trabajo Flexible señalan que la cultura es el factor más relevante para su éxito (9,1 sobre de 10), pero que, si no se contextualiza adecuadamente, se convierte en la principal barrera (25%).

Y es que, al final, el Trabajo Flexible no es un elemento aislado, sino que se enmarca en una forma de entender el trabajo. Muestra de ello es que el 98% de las empresas consultadas, además de esa opción, aplican otras como la flexibilidad de entrada y salida, la jornada intensiva, etc.

Una de las explicaciones de que la penetración del Trabajo Flexible en nuestro país sea más lenta puede ser la falta de una cultura organizacional flexible, ya que en muchas empresas la presencia sigue siendo la manera más habitual de medir el rendimiento de los empleados.

Casos de éxito de Trabajo Flexible en España

A pesar de que exista cierta resistencia al cambio y el ritmo de implantación del Trabajo Flexible sea menor que en otros países, en España también encontramos casos de éxito. Quizás no tan extremos como el de la compañía estadounidense InVision – que, con un valor en bolsa de unos 1.000 millones de dólares, no cuenta con ninguna oficina -, pero sí muy paradigmáticos.

Aigües de Barcelona, por ejemplo, aprovechando el cambio de sede que llevó a cabo en 2015, fijó una estrategia de transformación cultural basada en la agilidad y la digitalización, con el objetivo de mejorar el trabajo colaborativo, la gestión del conocimiento, la sostenibilidad y la innovación. Así, en la nueva sede se han reducido los despachos, no hay puestos de trabajo fijos y los colaboradores cuentan con diversos espacios colaborativos.

Axa, por su parte, apuesta por un modelo de Smartworking que incluye la flexibilidad horaria y espacial, los espacios abiertos o el aparcamiento libre. Actualmente, unos 350 empleados de la compañía trabajan en remoto permanentemente. En este sentido, lo ven como un acuerdo entre dos partes que, de no funcionar, puede ser revocado tanto por el empleado como por la compañía.

A lo largo de este artículo hemos visto cómo las políticas de Trabajo Flexible no solo son ventajosas para los empleados, sino también para las empresas. Y, de hecho, aquellas que son capaces de adaptarse obtienen una mayor ventaja competitiva en el mercado.

En nuestro país, todavía queda mucho margen de mejora, pero para ello será imprescindible vencer las resistencias y llevar a cabo un cambio de cultura organizacional.

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