El viaje hacia la igualdad efectiva en los cargos ejecutivos

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ace ya 15 años, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recomendaba por primera vez que las empresas apostaran por la diversidad de género en sus consejos de administración. La aprobación de la Ley Orgánica 3/2007, por otro lado, que busca la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, ya ha cumplido 12 años.

Transcurrido este tiempo, ¿cuál es la situación real en las empresas españolas? ¿Han incrementado las compañías la presencia de mujeres en sus órganos de gobierno?

Para responder estas y otras preguntas, en Ceinsa acabamos de publicar el informe “La Presencia de la Mujer en Cargos Ejecutivos”, que retrata la evolución del papel de la mujer en responsabilidades de mando dentro de la empresa española a partir de datos recogidos durante los últimos 25 años. A continuación, las principales conclusiones.

El porcentaje de mujeres en cargos ejecutivos se ha triplicado

Según el informe, la presencia de mujeres en cargos ejecutivos – incluyendo puestos directivos, jefes y mandos intermedios – ha crecido de forma muy importante en los últimos 25 años, pasando de un 9,47% en 1994 a un 28,73% en 2019.

Si entramos más al detalle, de este 28,73% de mujeres ejecutivas, un 19,45% ocupa cargos directivos y un 31,52% son jefes y mandos intermedios.

Aunque la presencia de mujeres en los órganos de gobierno de las compañías ha crecido significativamente en España, sigue estando lejos de las cifras alcanzadas en Noruega (40%), Francia (38%), Suecia (36%) o Italia (34%).

Servicios y Gran consumo, los sectores con mayor presencia femenina

El informe también analiza si factores como el tamaño de la empresa, la procedencia del capital, la ubicación de su sede o su sector de actividad tienen impacto en la ocupación femenina de los puestos ejecutivos.

En este sentido, no se han encontrado diferencias significativas en lo que respecta a la cifra de facturación o al tamaño de plantilla de las empresas, pero sí en los demás factores. Así, en 2019, las empresas nacionales o de capital mixto han incrementado de forma más ostensible la presencia femenina en puestos ejecutivos que las de capital 100% extranjero.

Por lo que respecta a la ubicación de la sede, el crecimiento de la presencia femenina en cargos ejecutivos ha sido similar en todas las comunidades autónomas, aunque siguen destacando Madrid (30,4%) y Cataluña (30,3%).

El sector de actividad al que pertenece la empresa es un factor determinante. Así, las empresas de servicios (31,7%) y las de productos de gran consumo (30,4%) son las que cuentan con más mujeres ejecutivas./p>

A mayor rango, menor presencia femenina

Según el informe, si nos centramos en el tipo de puesto, existen 3 áreas funcionales muy receptivas a la presencia de mujeres en puestos de mando: Recursos Humanos, Marketing y Administración. Las dos primeras superan, incluso, el 50% de presencia femenina. En el resto de las áreas, a pesar del crecimiento, las cifras se quedan muy por debajo. Aunque, es cierto, que áreas que habían sido tradicionalmente vetadas a las mujeres – gerencia, comercial y técnica – son las que más han crecido.

Por lo que respecta al rango profesional, existe una clara correlación negativa. Así, mientras que el porcentaje de jefes directos mujeres supera el 31%, el de miembros del comité directivo no alcanza el 19%.

En cuanto a los puestos de trabajo, vemos que aquellos que han sido creados más recientemente, como los directores de Calidad, Investigación y Desarrollo o Logística, son los que cuentan con una mayor presencia femenina.

A mayor edad, menos mujeres ejecutivas

Igual que sucede con el rango profesional, la edad también correlaciona de forma negativa con el porcentaje de mujeres en puestos ejecutivos. Esta tendencia, que ya se observaba en 1994, se mantiene actualmente, aunque la distancia entre el grupo de edad más joven y el mayor se ha reducido sensiblemente.

Este último dato podría invitar al optimismo, pero dos matices nos hacen ser moderados en este sentido: las mujeres todavía presentan un porcentaje de abandono de las responsabilidades ejecutivas mayor que los hombres y tienden más a acogerse a ofertas de prejubilación o jubilación anticipada.

Aunque España todavía se encuentra lejos de otros países en lo que respecta a presencia femenina en puestos ejecutivos y la empresa privada convencional no llega al nivel de otros campos más receptivos como la sanidad o la docencia, nuestro informe muestra que la situación ha cambiado mucho respecto a 1994.

Sin embargo, queda mucho camino por recorrer, ya que los segmentos más y menos proclives a incorporar a mujeres en los puestos de mayor responsabilidad siguen siendo los mismos que hace 25 años.

 

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