Quiet Hiring: ganar en flexibilidad y rentabilidad sin quemar a los trabajadores

Según Gartner, el Quiet Hiring es una de las nueve tendencias laborales que están marcando este 2023. Quizás el término sea nuevo, pero la práctica a la que da nombre no. Ya la hemos visto en múltiples ocasiones, sobre todo, en momentos difíciles para la economía. En pocas palabras, se trata de una estrategia que ayuda a las empresas a conseguir el talento que necesitan sin tener que realizar nuevas contrataciones.

Una encuesta reciente de Monster revela su popularidad entre los empleadores – el 80% de los empleados la han experimentado – y la buena opinión que despierta en las plantillas – el 63% sienten que les brinda la oportunidad de aprender cosas nuevas. Sin embargo, no siempre se implementa adecuadamente – la mitad de los trabajadores dicen que el nuevo rol no estaba alineado con su conjunto de habilidades -, lo que puede tener consecuencias negativas.

En concreto, nos referimos al burnout o a fenómenos como el Quiet Quitting. Asignar nuevas tareas y responsabilidades a los empleados existentes no debe significar hacer más con los mismos recursos y compensación. En este artículo os contamos qué se debe tener en cuenta para que sea beneficioso para todos los implicados. 

Pero ¿qué es el Quiet Hiring?

Traducido como Contratación Silenciosa, el Quiet Hiring responde a la escasez de talento y a la competitividad existentes en el mercado laboral actual apostando por estrategias de reclutamiento más creativas en lugar de limitarse a contratar nuevos talentos. Lejos de llegar a sustituir a esa fuerza laboral tradicional, lo que pretende es incrementar la agilidad de las empresas en momentos puntuales de necesidad. 

El Quiet Hiring busca cubrir rápidamente determinadas vacantes y puede hacerlo de dos formas distintas. La primera, contratando de forma temporal a autónomos u otros trabajadores no vinculados a jornada completa con la compañía. La segunda, que es en la que nos centraremos, aprovechar el talento del que ya se dispone dentro de la propia organización. Esta última versión, tal y como afirma Gartner, no implica explotar a los equipos, sino redistribuir tareas y responsabilidades asegurándose de que las habilidades se aprovechan al máximo. 

Tal y como asegura Gartner, el Quiet Hiring está pensado para responder a una necesidad inmediata, pero, si está respaldado por una estrategia y un conocimiento de los roles sólidos, puede trasladarse al largo plazo.

¿Qué beneficios tiene el Quiet Hiring para las empresas?

Más allá de apagar fuegos, el Quiet Hiring tiene importantes ventajas para las empresas. Una de ellas es el ahorro de tiempo y dinero. Tanto en lo que respecta a la contratación – difusión de ofertas, selección de candidatos, entrevistas, etc. – como a la incorporación de nuevos empleados. A este respecto, los trabajadores actuales ya conocen las políticas y la cultura de la compañía y, además, su curva de aprendizaje es menor, por lo que requieren menos formación.

Además, el Quiet Hiring brinda más agilidad a las compañías, proporcionándoles rápidamente las habilidades que necesitan para adaptarse a los cambios del mercado y garantizar que sus operaciones siguen en marcha y se alcanzan los objetivos comerciales.

Finalmente, y no menos importante, la Contratación Silenciosa fomenta la retención de empleados, haciéndoles sentir valorados y creando una cultura de aprendizaje que es percibida como una oportunidad de crecimiento. Todo ello se traduce en más compromiso y motivación. Cuidado, siempre que las responsabilidades asignadas les permitan adquirir nuevas habilidades, sean enriquecedoras y estén vinculadas a un clima de trabajo agradable. 

Los contras del Quiet Hiring

Por importantes que sean las ventajas del Quiet Hiring, esta práctica puede no ser adecuada para todas las empresas o sectores y, sobre todo, si no se aplica correctamente, sus consecuencias negativas sobre la plantilla y el clima laboral podrían ser importantes. En este sentido, existe el riesgo de sobrecargar a los empleados. Especialmente, si las nuevas tareas son inasumibles o poco motivadoras. 

Por otro lado, por mucho que la Contratación Silenciosa ayude a las compañías a ahorrar y los trabajadores necesiten menos formación, el hecho de que asuman nuevas responsabilidades puede comportar costes relacionados con la compensación, herramientas, capacitación, etc. El empleador ha de valorar si puede asumirlo o si le compensa. 

Las claves para un Quiet Hiring exitoso

Como decíamos, disfrutar de las ventajas del Quiet Hiring y convertir esta práctica en algo más que un mero parche, pasa por ser estratégico y llevar a cabo una correcta planificación. El primer paso es definir claramente la posición e identificar a los mejores candidatos. Es decir, desde RRHH han de dominar las habilidades requeridas para el puesto y evaluar a los trabajadores para encontrar al más adecuado. Puede ser muy útil dividir el rol en funciones y elaborar una base de datos de empleados predispuestos a partir de encuestas o entrevistas de seguimiento. 

Otro elemento clave es la comunicación. La transparencia es crítica. Añadir tareas de forma opaca puede provocar la insatisfacción entre los trabajadores y crear un mal clima laboral. Es importante que, desde el liderazgo y también desde la función de gestión del talento, se explique por qué son necesarios estos cambios, qué oportunidades suponen para la empresa y para los empleados, cuáles serán las condiciones, si será temporal o permanente, etc. 

Además, como mencionábamos anteriormente, es necesario compensar debidamente a los trabajadores. Esto no tiene por qué implicar un incremento salarial, sino que pueden ofrecerse opciones de flexibilidad laboral o diferentes beneficios. Sea como sea, es importante escuchar las necesidades de la plantilla. Y, por supuesto, que la curva de aprendizaje sea menor no implica que no exista. La empresa ha de ofrecer a los empleados capacitación para que puedan llevar a cabo sus nuevas funciones. El microlearning puede ser una opción muy útil, ya que su formato breve y atractivo facilita la retención y el aprendizaje, tanto de habilidades técnicas como blandas. 

El Quiet Hiring interno es una estrategia ideal para que las compañías puedan cerrar sus brechas de talento ahorrando mientras mantienen a su personal comprometido, motivado y satisfecho. Para lograrlo, la premisa es clara: poner el foco en los empleados. ¿Cómo? Manteniéndoles informados en todo momento y ofreciéndoles el apoyo necesario para ejercer con éxito sus nuevas funciones.

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