¿La globalización acabará con la brecha salarial respecto a los países emergentes?

Según previsiones publicadas por la Society for Human Recource Management (SHRM), los trabajadores de todo el mundo verán incrementados sus salarios reales (es decir, ajustados a la inflación) el próximo año en un 2,3 por ciento, ligeramente por debajo del 2,7 por ciento que obtuvieron en 2016.

Este incremento no será igual en todas partes. Los trabajadores estadounidenses y canadienses verán aumentos salariales más modestos atenuados por la baja inflación. América del Norte (Estados Unidos y Canadá combinados) tendrán incrementos salariales inferiores a otras regiones, se estima sólo un 1,4 por ciento:

  • En Estados Unidos, se prevé un aumento salarial igual al del 2016 que fue del 3 por ciento. Una vez aplicada la tasa de inflación (1,1 por ciento), el aumento de los salarios reales será del 1,9 por ciento. Esas conclusiones están en línea con otros informes publicados.
  • Los trabajadores canadienses verán incrementar sus salarios un 2,5 por ciento; con una inflación estimada del 1,6 por ciento, experimentarán un aumento real del 0,9 por ciento.

En Asia, los salarios se prevé que aumenten un 6,1 por ciento el próximo año, un 0,3 por ciento menos que los aumentos recibidos en 2016. Por lo que en términos de salarios reales el aumento sería de un 4,3 por ciento, el más alto a nivel mundial. La excepción regional es, con mucho, la mayor economía, China, donde los aumentos de los salarios reales bajaron de 6,3 por ciento en 2016 a un 4 por ciento en 2017, lo que refleja menores predicciones de crecimiento para el próximo año.

El pronóstico para los trabajadores de América Latina es que tendrá aumentos salariales durante el 2017 entorno al 7 por ciento, pero debido a la alta inflación en la región (5,9 por ciento), los aumentos salariales reales serán de sólo 1,1 por ciento. En Brasil, la economía más grande de la región, el aumento salarial esperado es de 8,8 por ciento, pero con una inflación de 8,4 por ciento el incremento real será del 0,4 por ciento.

Los trabajadores de Europa del Este verán un aumento salarial promedio del 5,1 por ciento en 2017 con una inflación del 3 por ciento, por lo que obtendrán un aumento real del 2,1 por ciento.

Con una inflación mucho menor en Europa Occidental los trabajadores recibirán aumentos salariales más bajos, previsiblemente un aumento promedio de 2,1 por ciento. Si descontamos la tasa de inflación promedio del 0,4 por ciento, el incremento real será de 1,7 por ciento.

A pesar de la agitación que siguió a la decisión de Brexit, el Reino Unido está evolucionando bastante bien, los incrementos previstos se mantienen en el 2.5 por ciento (igual que los últimos tres años). Una vez aplicado el ajuste de la inflación, los salarios reales aumentarán un 1,9 por ciento en 2017, lo que es ligeramente superior al promedio de Europa Occidental.

El pronóstico respecto a los salarios a la región del Pacífico Sur es que mostrará un crecimiento de 2,8 por ciento, con un crecimiento real de 1,8 cuando una vez ajustado por la inflación. Australia tendría una previsión de crecimiento salarial del 3 por ciento con una tasa de inflación del 1,4 por ciento, por lo que el aumento del salario real sería 1,6 por ciento.

En el continente africano, aunque los salarios aumentarán 6.4 por ciento, la alta inflación de la zona implica que el aumento real será solamente del 0.7 por ciento.
Las conclusiones que se extraen de los datos presentados son las siguientes:

  • El rápido incremento salarial de los países emergentes está reduciendo de forma significativa la brecha salarial existente respecto a los países desarrollados. Esta situación está frenando el desplazamiento de la producción hacia los países emergentes.
  • La inflación es relativamente baja en la mayoría de los países, lo cual es positivo para los salarios reales. Sin embargo mientras el mercado de trabajo global continúa evolucionando, el lento crecimiento de las economías más desarrolladas mantiene contenidos sus incrementos reales.
  • Asia sigue impulsando el crecimiento salarial a nivel mundial, ya que sus empresas necesitan aumentar sus salarios. Esto sucede porque en las economías emergentes, la cualificación de los trabajadores es crucial para que las empresas mantengan una ventaja competitiva. Así mismo los empleados cualificados esperan ver aumentados sus salarios como consecuencia de la ley de oferta y demanda.
  • Los incrementos salariales de los países emergentes están cerca de los límites para seguir siendo competitivos. El caso de China lo demuestra: unos aumentos salariales anuales entre el 8 y el 10 por ciento, no pueden mantenerse indefinidamente y permitir a las empresas seguir siendo competitivas.

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