¿Por qué deberías incluir el bienestar financiero en tu plan de beneficios?

Venimos hablando del bienestar de los colaboradores hace tiempo. Otro de los aspectos relacionados que ha puesto de relieve la pandemia es la importancia de velar por la salud financiera de los colaboradores. Una encuesta reciente elaborada en los EE.UU. por la firma Morgan Stanley muestra que, durante este período, el 91% de los trabajadores se ha enfrentado a retos relacionados con sus finanzas personales y el 64% afirma que este estrés ha afectado negativamente a su vida laboral y profesional.

Paralelamente, la misma encuesta indica que al 82% de los empleadores les preocupa que los problemas financieros de sus empleados impacten negativamente en su productividad. Ayudarles a ganar estabilidad y planificar su futuro integrando el bienestar financiero en los planes de beneficios es clave para evitarlo y, al mismo tiempo, para incrementar la capacidad de atracción y retención de las empresas. Os contamos más a continuación.

¿Qué es el bienestar financiero?

El concepto de bienestar de los empleados, en los últimos tiempos, se ha ampliado mucho. Ya no solo se refiere a la salud física de las personas, sino también a la psicológica, la emocional y, por supuesto, la financiera. Podríamos definir el bienestar financiero como la capacidad de una persona de tomar decisiones inteligentes con respecto a su economía para sentirse más segura a la hora de cumplir con sus obligaciones, ahora y en el futuro; y tomar decisiones que le permitan disfrutar la vida. Como ocurre con los demás tipos de bienestar, la salud financiera de cada uno es diferente. A algunos les gusta ir aprendiendo a gestionar el dinero cada vez mejor, a otros les intimida y hay quienes no saben por dónde empezar.

Los empleadores pueden resultar de gran ayuda en este sentido, la clave es incorporar programas de bienestar financiero en sus paquetes de beneficios. De hecho, según datos de PwC, el 87% de los trabajadores quiere ayuda cuando se trata de sus finanzas personales y, en España, un informe elaborado por Hastee indica que el 41% de los empleados cree que, de haber tenido acceso a cursos de educación financiera durante la pandemia, habría podido manejar mejor su dinero

Aunque las empresas son muy conscientes de esta necesidad y han hecho avances en este sentido, el margen de mejora sigue siendo importante – datos de SHRM muestran que el 74% de los empleadores no ha agregado beneficios que aborden el estrés financiero de su personal desde el inicio de la crisis sanitaria.

Las ventajas de cuidar del bienestar financiero del personal

Cuando los empleados no están preocupados por cumplir con sus obligaciones financieras, pueden mantenerse más concentrados y ser más productivos. Así lo demuestra la encuesta de Hastee, en la que el 56% de los participantes afirma que los problemas financieros les han provocado alteraciones físicas y emocionales que han impactado a nivel laboral y personal. En concreto, el 11% reconoce que les ha generado dificultades para concentrarse y ser productivo

Por otro lado, ofrecer beneficios relacionados con el bienestar financiero de los empleados, les ayuda a seguir motivados y comprometidos con la empresa. Así, una encuesta de Willis Towers Watson muestra que los trabajadores con problemas financieros se ausentan un 41% más que sus pares que no los tienen y su nivel de compromiso es más bajo, 29% frente a 51%.

La consecuencia, a su vez, es una mayor capacidad de atracción y retención de talento. Hasta el punto de que, según PwC, el 72% de los empleados afirman que se sentirían más atraídos por un nuevo empleador que se preocupara más por su bienestar financiero que el actual y, según Morgan Stanley, el 91% dice que estarían más interesados en permanecer en su empresa, si esta les ofreciera beneficios financieros ajustados a sus necesidades. 

¿Qué tipos de beneficios financieros pueden ofrecer las empresas?

La variedad de beneficios relacionados con el bienestar financiero que las empresas pueden ofrecer a sus empleados es enorme. Algunos de los más populares son los webinars para mejorar la educación financiera de la plantilla o el soporte a la toma de decisiones sobre gasto, endeudamiento y ahorro – Willis Towers Watson indica que el 25% y el 23%, respectivamente, de las empresas tiene previstos ofrecerlos -. Y es claro que contar con los conocimientos necesarios o bien con el asesoramiento experto y de confianza, ayudan a la tranquilidad en el manejo de las finanzas personales y familiares. En ocasiones, las compañías dan por supuesto estos temas y pasan directamente a ofrecer “soluciones” (productos y planes de beneficios), pensando que los colaboradores ya cuentan con los criterios y el know how para desenvolverse en un panorama financiero complejo como el actual.

A partir de ahí, las opciones que pueden formar parte de un programa de beneficios orientado al bienestar financiero son numerosas: alojamiento gratuito, fondos de desarrollo personal, aportaciones al plan de pensiones, reembolsos de matrícula, programas de ahorro, ticket restaurante, coche de empresa, salario bajo demanda, planificación de la jubilación, etc. 

Como casos de éxito destacan compañías como Cepsa, que recientemente ha ampliado su oferta poniendo en marcha el módulo “Mis Seguros y Pensiones”, que facilita a los empleados herramientas para tomar decisiones informadas sobre su jubilación. También Rastreator, que ha reforzado su programa y cuenta con una política de préstamos personales, seguro de vida y seguro médico para el trabajador y su familia. O Aon, que proporciona a su personal información personalizada y herramientas de planificación que tienen en cuenta su situación y sus expectativas. Además, también dispone de sistemas de ahorro colectivo y un plan de ahorro global. 

Mejores prácticas para diseñar un plan de beneficios financieros exitoso

Como cada organización tiene sus particularidades, a la hora de diseñar un programa de beneficios financieros la personalización es clave. Sin embargo, existen una serie de mejores prácticas que ya han probado su efectividad. Entre ellas:

  • Situar a las personas en el centro. Para poder diseñar una oferta de beneficios realista y relevante, la empresa debe preguntar a sus empleados por sus preocupaciones financieras. En este sentido, las encuestas resultan de gran ayuda para obtener información sobre las prioridades y objetivos del personal. 
  • Mantener una comunicación clara y constante. Es importante continuar hablando de forma regular con el personal sobre los beneficios financieros que tiene a su disposición. Además, para asegurarse de que entienden qué se les ofrece y cómo solicitarlo, es importante adaptar el mensaje a cada perfil y habilitar múltiples opciones para que los empleados puedan hacer consultas, comentarios, etc. 
  • Utilizar la nómina como una herramienta de comunicación. Siguiendo con las estrategias de comunicación interna, en la nómina pueden incluirse notificaciones, alertas o recordatorios sobre diferentes temas relacionados con el bienestar financiero. Además, incluyendo enlaces, las empresas podrán dirigir directamente a los empleados a formularios de registro, páginas con más información, etc.
  • Ofrecer asesoramiento personalizado. Es fundamental que las empresas asesoren a su plantilla acerca de qué beneficios se ajustan mejor a sus circunstancias personales y ayudarles a comprender cómo aprovecharlos al máximo. Este asesoramiento debe ser lo más personalizado posible.  
  • Realizar revisiones regulares. La oferta de beneficios de bienestar financiero debe revisarse regularmente para asegurarse de que siga siendo relevante y de que cumple con los objetivos fijados. 
  • Diseñar programas que crezcan con los empleados. Las empresas deben crear programas de bienestar financiero que tengan un enfoque holístico. Todas las personas han de velar por su salud financiera, pero sus necesidades difieren. No es lo mismo un trabajador que acaba de empezar su carrera profesional, que otro que está a punto de jubilarse. El programa debe ser capaz de crecer junto a los empleados para satisfacer las necesidades de cada etapa de su vida. 
  • Escoger las herramientas más adecuadas. En el mercado existen herramientas que permiten a los empleados informarse sobre la oferta de beneficios financieros y gestionarlos. En este sentido, es importante apostar por soluciones que sean intuitivas y que, entre otras funcionalidades, muestren a los empleados cómo van progresando en los objetivos que se han fijado. 
  • Garantizar la seguridad de los datos. La económica es una información especialmente sensible y, como tal, la empresa tiene la obligación de garantizar su integridad. Así, cualquier plataforma y herramienta que se utilice para gestionar los beneficios financieros debe contemplar la ciberseguridad. 

Mantener una buena salud financiera empodera a las personas. A unos puede ayudarlos a reducir o deshacerse de sus deudas, y de las inquietudes que conllevan, mientras que a otros les aporta lo que necesitan para alcanzar sus sueños. La salud financiera puede reflejarse en un aumento de la confianza o una reducción del estrés de una persona, lo que afecta claramente al resto de su vida personal y profesional.  

El bienestar financiero ofrece a todo el mundo la oportunidad de aprovechar su dinero lo mejor posible. Y, para las empresas, cuando sus colaboradores logran sus objetivos personales, es más fácil que logren también los profesionales. Jeff Bezos, director ejecutivo de Amazon, lo describe así: «Si estoy satisfecho en casa, llego a la oficina con muchísima energía. Y si estoy satisfecho en el trabajo, llego a casa con muchísima energía» (Business Insider).  

Promoviendo el bienestar financiero, las empresas pueden mejorar la resiliencia, confianza y satisfacción de sus empleados, y del lugar de trabajo, y gracias a todo ello, mejorar sus resultados.

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